sábado, junio 30, 2007

Descubrimientos matutinos






Mi querido Fusco.

Hoy he amanecido (ironía) en Stadur. Stroguüll me ha mostrado de que va eso de la hospitalidad islandesa acogiéndome en su casa.

Por la mañana hemos visitado a Aurora, la mujer con la que comparte su vida desde hace veintitrés años. Tiene una pequeña casa azul con ventanas blancas a orillas de un lago. Estaba a punto de salir con su coche a instalar el puesto en el mercadillo local en el que vende radios antiguas de válvulas. Es una mujer de una envergadura notable, con rostro sonrosado y de una generosidad que quedó certificada cuando dejó todo para prepararnos un abundante desayuno islandés.

Entre panecillos de maíz, salmón y arenque ahumado y tostadas empapadas en huevo y miel, Aurora me ofreció unos pequeños trozos de pescado adobado.

- ¿Ballena?

- Sí, ¿crees que hay más razones para que sea un salmón el que acabe en tu tripa en vez de una ballena?

Y ante tal argumento, oportunamente expuesto después de haberme zampado tres tostadas de salmón, me comí los taquitos de cetáceo sin más contemplaciones.

Me gusta la ballena, me gusta Aurora y me gusta Stroguüll. Me gusta Islandia.

viernes, junio 29, 2007

Emoción fosilizada




Mi querido Fusco.

Sigo vagando sobre el hielo. Este es el lugar perfecto para mis vacaciones. La imaginación reposa; aquí sólo haría el ridículo.

Mi maleta no aparece y he decidido templarme por dentro. He comprado una botella de 33 cl. de ron cubano por 118 euros y en un vaso de cristal he fundido unos trozos de hielo de glaciar que por alguna extraña razón han estado esperando dos mil años para colarse en mi estómago.

Stroguüll, un pescador ballenero retirado ha colaborado conmigo en esta experiencia de fusión cultural bajo cero.

Te daré más detalles, mientras tanto simplemente recordarte que has estado en mi brindis.

jueves, junio 28, 2007

Interés penalizado




Mi querido Fusco:

Otro día demasiado lejos de ti. Estoy resfriado, pero como bien.

Todo parece extremo en este lugar del planeta. Ayer mis dedos se helaron al atrapar un trozo de hielo milenario flotando en un lago glacial. Hoy me he quemado la mano como premio a mi curiosidad al querer averiguar la temperatura de una fuente termal.

Aparte de mi resfriado, mi falta de equipaje, mis dedos helados y mi mano quemada creo que, una vez más, estoy empezando a encontrarme como en casa fuera de ella.

Cuídate. (Ya sé que lo haces sin que nadie te lo recuerde...)



P.D. En tres lugares distintos y en horas diferentes, una antigua canción de Simon y Garfunkel sonaba esta tarde.

miércoles, junio 27, 2007

Pensamientos entumecidos







Mi querido Fusco.

El frío lo hiela todo, menos el pensamiento.

Sigo acordándome de ti.



P.D. La generosidad tiene un límite: la estupidez. Estoy tiritando sin mi anorak.

lunes, junio 25, 2007

Silencio rocoso








Mi querido Fusco:

Gracias por tu mensaje de anoche. Se lo que te cuesta decir que me quede unos días más. Lamentablemente no podré hacer cambios de agenda y regresaré tal y como estaba previsto.

Me he detenido para recojer a una viajante japonesa que hacía autostop. Le han perdido su maleta y tuve que pagarle la comida y regalarle mi anorak. Ella me ha dejado su dirección en Kobe y me ha regalado unos palillos para comer.

No te gustaría este país; en cada esquina hay un letrero que dice que no se admiten perros.

domingo, junio 24, 2007

Incidencias heladas




Mi querido Fusco:

Avería en Portugal, tempestad sobre el Canal de la Mancha y ausencia de espacio para estacionar el avión en Heathrow con resultado de retraso de cinco horas.

Llegada tardía a hotel con aspecto cansado y descuidado. Lo mantendré por algún tiempo: han perdido mi maleta.

A pesar de todo ahí estaba una vez más: el sol de medianoche.


Te gustará sentirlo cuando vengas.

sábado, junio 23, 2007

Verano engañado





Hace unos minutos ha empezado el verano, y yo me voy a Islandia.

Fusco me mira de reojo mientras preparo la maleta. Estoy triste; en esta ocasión no me acompaña.

Él disimula su euforia. Se queda solo en casa: abundante espacio, tiempo y comida.
Una vecina que tiene una pequeña mestiza va a venir a buscarlo cada día.

Yo le escribiré.

martes, junio 12, 2007

Enésimo reencuentro





Lo mejor de desaparecer una temporada es que cuando regresas descubres quien te espera.

viernes, junio 01, 2007

Cumpleaños: ¿qué sé yo?






De lo que soy, mucho lo he heredado, y de todo ese legado, una de las cosas que más caracteriza a nuestra estirpe es la de prescindir de la edad como factor a tener en cuenta a la hora tomar decisiones sobre nuestras vidas.

Fusco no comparte este rasgo lo que sin duda explica que entre las pocas cosas que nunca pasa por alto esté la fecha de mi cumpleaños.


Hoy es el día, y esta mañana, al llegar al baño después de los tumbos y tropiezos habituales, he encontrado un sobre apoyado en mi nueva máquinilla de afeitar recargable.



"Feliz cumpleaños"

(El perro en ocasiones es un tanto convencional)

Abro el sobre y sigo leyendo:

"Lees luego existes, y para celebrar que todavía no te has muerto quiero regalarte lo que sé que a ti más te gusta: un plan".

Y continúo:

"Plan: Este verano nos vamos a Francia. Nos hincharemos a rillettes de Guérande y a queso Saint Marcellin, beberemos vino Pouilly-Fuissé y cerveza Johannique. Y mientras recitas a Verlain y yo ladro en gascoñés rastremos los escenarios de infancia de tu francés favorito hasta que descubramos que no hemos descubierto nada y entonces, felices, regresaremos".


Ha acertado.