domingo, julio 18, 2010

Larga avenida que acaba en el mar

♫ ♫


Los días pares tienen algo que les hace especialmente propicios para viajar al extranjero. Los impares también.

Montañas, valles, granjas de gallinas, neones verdes sobre los campanarios, peajes; llegamos.

Estiramos las piernas y caminamos.

Diez metros y nuestros pasos se acompasan.

Jeep descapotable. Me detengo, melena castaña, gafas de sol, pin sobre el pecho: Voluntaria da Nae de Deus. Miro al suelo y me alejo rápido. Me reencuentro con Fusco.

Diez metros y nuestros pasos se acompasan.

Verja rojo inglés. Se abre. Aparece una mestiza. Fusco eriza el pelo. Media vuelta. Yo avanzo. Olisquea y me alcanza.

Diez metros y nuestros pasos se acompasan.

Suena una sirena. Miro el reloj. Un parque a mi derecha. Me apresuro.

Diez metros y nuestros pasos se acompasan.

Caminamos por la avenida y me detengo. Miro a Fusco. Sonrío. El sonrìe. Caminamos por la avenida. Diez metros y nuestros pasos se acompasan.

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Me alegro de tu regreso vigía, te echaba de menos.
Como siempre, hermosa foto, no digo nada de la canción.
Inmejorables los pasos, cuando se acompasan.

4:23 p. m.  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio