lunes, julio 30, 2007

Sino estival






De las cosas que más admiro de Fusco destacaría su indiferencia hacia las gafas de sol y la elegancia con la que lleva el infortunio de no poder desprenderse de su poblado abrigo de pieles en estos días en los que el sol fulmina con sólo nombrarlo.

En verano la ciudad se vacía, y también se llena. Te reencuentras con algunos viejos amigos y descansas de otros, mientras la calle se cubre de terrazas.

Sentados en una heladería yo tomo una cerveza y Fusco sorbe con una pajita una horchata con unas gotas de limón. A nuestra derecha, en una mesa, una pareja cubre una bonoloto. Pienso si yo debería hacer una.

Fusco lee mi pensamiento. Se acerca y me susurra:

- Yo de ti no lo haría. Lo más peligroso de la lotería es que si ganas puedes acabar creyendo que te lo merecías.

domingo, julio 15, 2007

Paternidad cuestionada





A veces en verano hace frío, y en invierno hace calor. A veces las cosas no son como esperamos que sean.

Hoy Fusco y yo acompañamos a un amigo a recoger a su novia en el aeropuerto. El avión se retrasó. Cuando el aparato aterrizó, aproximadamente tres horas y dieciséis minutos después, ella no venía en él. Y es que a veces las cosas no son como esperamos que sean.

De regreso a casa nos detenemos en una gasolinera. Me siento en el bordillo mientras mi amigo va al servicio. Una pandilla de moteros pasa a toda velocidad, también una carabana holandesa con dos personas y una sola bicicleta colgada en la parte trasera. También pasa el tiempo.


- Fusco. ¿ Crees que debería tener un hijo?

- ¿Debería alguien tenerte como padre?


Mi amigo sale del servicio. Menos mal.

lunes, julio 09, 2007

Deflagración internáutica







Como todas las tardes, Fusco y yo salimos a dar una vuelta. Yo me relajo, él otea mestizas.

De vuelta a casa, a pocos metros del portal, me encuentro con una antigua novia de adolescencia.
Un huracán sin viento, un terremoto sin vibraciones y una tormenta sin truenos anuncian su caminar sobre una acera que parece ser lo único que permanece inalterado a su alrededor. Su poblada melena rubia, embajadora del sol, es un modesto marco para un rostro muestrario de perfecciones. Sus labios, modelo para el diseño de frutos tropicales, no conoce más gesto que la sonrisa. Su cuerpo, imán de miradas, no es continente de órganos y vísceras, sino un homenaje a la divina creación: una llamada a la lujuria, al arrebato, al puñetazo en el pecho, al gemido, a arañarse y desplomarse de rodillas para apaciguar un corazón que ante su visión se desboca como un caballo espoleado.

Hace diez años y tres meses y medio que no me subo a una banqueta para besarla.
Me ve, se acerca, me habla. Creo que existo. Mis pantalones han encogido dos tallas.


-¿Qué has hecho todo este tiempo?

- No mucho; ya ves - señalo a un Fusco tumbado sobre su espalda y que cruza las patas delanteras detrás de la cabeza.

- ¿Me amaste?

A veces los sucesos azarosos se repiten con tanta frecuencia que llevan a pensar que están unidos por algún lazo intencional. Me resisto a caer en el pensamiento supersticioso.

Mis neuronas se sobrecalientan, pero nada sale por mi boca. Me siento como un condenado frente a un pelotón de incompetentes que no sé a que esperan para disparar.

- No - me escucho a mi mismo; claro y rotundo, tan sorprendido como frustrado por no haberme bebido a los diez años todo el ácido sulfúrico de mi Cheminova.

-Yo a ti también. Lo malo es que sólo me duró hasta que te conocí en persona, pero bueno, mientras soñaba con el momento en que nos encontraríamos fui muy feliz. ¡Hala, me voy que tengo hora en el solarium!

Y antes de proseguir su gratuito y generoso show diario se agacha y me besa: en la frente. La imagen de las torres gemelas desplomándose viene a mi memoria.

Fusco me mira, y puedo percibir una sonrisa entre tierna e irónica.

- Vámonos, ya arrastro yo tu ego - me dice.

- Vamos - respondo mientras noto que mis pantalones me quedan flojos - ¿Han pulido el suelo del portal o es una impresión?

jueves, julio 05, 2007

Compañero inseparable





Fusco me ha regalado con el mejor recibimiento. Después de tirarme al suelo y lamerme hasta la extenuación me ha pedido que le cuente todo sobre Islandia: temperaturas, accidentes geológicos, condiciones medioambientales, contexto político, estrategias macroeconómicas, pirámides demográficas, estructuras productivas y estado general de las mestizas nacionales.

-Lo que más me gusta de tus viajes es que al final regresas.

Y diciendo esto Fusco se quedó dormido.

lunes, julio 02, 2007

Final del camino





Mi querido Fusco.

El tiempo empeora: se acaba.



P.D. Aunque, como siempre, todo tiene su lado bueno: nos veremos pronto.

domingo, julio 01, 2007

Naturalismo salvaje







Querido Fusco:

Vuelvo a casa.

A pesar de todas las distancias, algunas veces me da la impresión de que apenas me he movido.