miércoles, diciembre 07, 2005

Luna de miel.





Esta mañana me he encontrado a Fusco bailando. La imagen no podía ser más sorprendente; con las patas delanteras en alto y abiertas daba saltitos sobre las patas traseras mientras las cruzaba, como si fuese Zorba el griego bailando sirtaki.
Me dijo que estaba escuchando "Luna de miel". Tuvo que aclararme - siempre me hace sentir como un zoquete - que los perros tienen un oído cuatrocientas veintiocho veces más fino que los humanos y que lo que él estaba escuchando era la música de la megafonía del centro comercial que está como a cinco quilómetros. A pesar de tanta explicación no perdío el ritmo ni un instante. Cuando reparé en su mirada cristalina y sus párpados caidos le pregunté que era lo que le provocaba tanta emoción.

- Cada amor tiene su banda sonora, amigo.

domingo, diciembre 04, 2005

Primeras advertencias.



Fusco me saludó efusivo esta mañana. Fueron varios días sin verme. Me preguntó cómo estaba Londres y se interesó por el efecto del peaje en el tráfico del centro de la ciudad. Apenas comencé a explicarme me dejó con la palabra en la boca, y se fue con sus compañeras a ver no sé qué.

-Siempre hay metales más magnéticos, amigo - me dijo.