♫ ♫Los días pares tienen algo que les hace especialmente propicios para viajar al extranjero. Los impares también.
Montañas, valles, granjas de gallinas, neones verdes sobre los campanarios, peajes; llegamos.
Estiramos las piernas y caminamos.
Diez metros y nuestros pasos se acompasan.
Jeep descapotable. Me detengo, melena castaña, gafas de sol, pin sobre el pecho: Voluntaria da Nae de Deus. Miro al suelo y me alejo rápido. Me reencuentro con Fusco.
Diez metros y nuestros pasos se acompasan.
Verja rojo inglés. Se abre. Aparece una mestiza. Fusco eriza el pelo. Media vuelta. Yo avanzo. Olisquea y me alcanza.
Diez metros y nuestros pasos se acompasan.
Suena una sirena. Miro el reloj. Un parque a mi derecha. Me apresuro.
Diez metros y nuestros pasos se acompasan.
Caminamos por la avenida y me detengo. Miro a Fusco. Sonrío. El sonrìe. Caminamos por la avenida. Diez metros y nuestros pasos se acompasan.