Divina osadía
La ojeras pueden llegar a la barbilla. Lo descubrí esta mañana cuando pude verme a través de unos ojos cansados enmarcados por un rostro cetrino.
Tengo en mi bolsillo el informe de alta. Apenas puedo caminar. Fusco se pega a mi pierna. El jardín del hospital se me hace tan difícil como atravesar la selva de las Yungas.
- No sirvo para nada. Estoy roto. Me peso, no puedo con mi tristeza. Me quiebro como un tronco seco a punto de desplomarse.
Fusco me escucha con atención sin dejar de otear a su alrededor. En escena, muy al fondo, aparece una mestiza plateada.
- ¡Qué agonía! Apenas puedo caminar. El dolor me ha descubierto partes de mi cuerpo que ni siquiera intúia que existían. No sé si podré sobreponerme a esto.
- Si, pero aún nos queda la esperanza
Y mientras habla, Fusco emprende carrera y se adelanta a dos rotwailers, un mastín argentino, un gran danes y una pareja de airdale terrieres, alcanzando a la mestiza que le saluda con el rabo. Yo sonrío.
1 comentarios:
Y cuando crees que has acabado tu carrera.. no es el final, solo una de las fases.
Vuelve a tomar aire y como Fusco recupera la forma.
P.S: me gusta mucho la canción.
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