Geometría
Esta mañana al bajar en el ascensor me sorprendió ver a Fusco especialmente dedicado al espejo. Primero un lado, luego otro, morritos, sentado, estirado, rabo en alto, rabo bajo...
- ¡Qué Fusco! ¿Te ves guapo?
- Bueno... - me dijo mientras agitaba sus orejas - Todos tenemos un ángulo.
entrada de Mais a las
3:49 p. m.
7 comentarios:
Algien ponia en duda,el encanto que tiene el atractivo hombre maduro
En ocasiones.. prefiero los planos acotados a la geometría.
Hace mucho que no me miro al espejo.
Una porque no voy en ascensor y dos porque hace unos años que me dí cuenta que a medida que envejecemos ganamos peso.
Llegué a pensar que era por la cantidad de información que acumulaba en la cabeza y que cuando ya no cabía mas, se repartía por el cuerpo.
Luego me percaté que la cultura no sobra aunque los kgs sí.
La vida, tal como Lord Byron manifestó no debe ser un viaje hacia la tumba con intención de llegar con buena salud, un cuerpo atractivo y bien cuidado, sino mas bien un deslizarse por ella, con chocolate en una mano, vino en la otra y el cuerpo totalmente hecho polvo, desgastado y gritando:
QUE BUEN PASEO ME DI.
Si lo consigo, eso quisiera poner en mi epitafio.
Para Fusco todo parece tener diferentes perspectivas, hasta la belleza.
PD. El hombre maduro no existe, es un ser mítico como los delfos o los gnomos.
Un angulo espectacular. Hay siempre un bello angulo.
Que espectáculo de ángulo. Siempre hay un ángulo más bello.
Tengo 7 años caninos y soy desde luego lo que se llama un cuarentón
Pues si es un mito, un estupido mito, que nos hace creer que aún tenemos muchas posibilidades de comernos una rosca, ya no digo el de enamorar a una jovencita ó no tan joven. Yo me como muy pocas roscas y temo que cada vez seran menos,aunque peor lo tienen las mujeres de mi quinta, a ellas si que se les ha pasado el arroz
UN CUARENTON RESENTIDO
Estimado cuarentón resentido:
Soy una "cuasi cuarentona", nunca he sido especialmente guapa y, con la edad, te aseguro que no he notado ninguna variación en mi capacidad para "comer roscas".
El enamorarse o enamorar, en mi opinión, no tiene nada que ver con los cumpleaños y, tal vez, si tú te "comes pocas roscas" (y no lo he dicho yo), sea más por resentido que por cuarentón.
Sonríe, aflójate lo que te apriete, arrímate a alguien que te haga sentir bien y cuéntanos qué tal.
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