martes, diciembre 19, 2006

Regreso de Londres





"La sabiduría de los hombres se mide en su respeto a los perros"

Quizás sea esa la razón que explique la admiración de Fusco por Gran Bretaña, o no.


Creo que Fusco sólo me atiende cuando regreso de un viaje. Durante unas horas me atosiga con interminables interrogatorios.
El tiempo, los transportes, la economía, las costumbres, la limpieza, la arquitectura, el ruido, los parques... Todo parece interesarle.

-¿Por qué te gusta tanto Inglaterra?
- Porque si me volviese loco allí me curaría, y si no daría igual; nadie lo notaría.

Siempre amaré a este perro, adivinen porqué.

2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

“¿Adivinen por qué?”
Quizás ya nos has dado la razón en tu “carta” del 1 de diciembre.
Puede ser que lo ames simplemente porque te sorprende, aunque a veces sólo diga en voz alta lo que tu piensas y no le habías contado.
Coincide contigo en lo justo y dispone de cualidades que a ti te faltan. Muchos humanos buscan algo que no tengan ya.
Puede contemplar la luna contigo aunque no la vea exactamente igual que tú.
Es leal hasta cuando te ignora si no ¿a cuento de qué iba a estar ahí después de tanto viaje?
Además es divertido, tiene un oído 428 veces más fino que el tuyo, sabe conversar y callar, bailar, usar las nuevas tecnologías,…
Claro que, también puede que no sea por eso. Espero que nos saques de dudas.

4:51 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

En mi caso, Londres tiene el efecto contrario.
Miles de años de trabajo para conseguir mi nivel razonable de sensatez y, en segundos, se ha diluido en esa ciudad.
Cuando regreso, la resaca es brutal. Hecho de menos hasta el frío y hay una parte indefinida de mi cuerpo que duele. Tal vez alguna que llevaba mucho tiempo dormida.

12:42 p. m.  

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