jueves, noviembre 30, 2006

Sobre la muerte




Esta mañana Fusco está somnoliento. No le preocupa; puede dormir lo que quiera durante el día. Yo lo noté porque cuando está cansado apenas habla. Después de dos tres cuartos de hora, me decidí a preguntarle. Siempre me cuesta preguntarle cuando está callado. Uno se arriesga a que le regale un bufido.

- Fusco. ¿Tú crees que hay vida después de la muerte?
- ¿ Y para qué? - respondió.

Alguien podría pensar que Fusco no es un Labrador, pero de lo que no hay ninguna duda es de que es gallego.

4 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Para que podamos volver a ver, a besar, a oler, a oir, a abrazar...
No me gustan los finales tristes y no ha acontecido ni una sóla muerte alegre. No quiero morir para siempre, ni tampoco que tú te mueras.
No es cierto que todo se acabe, no lo es. Existen creaciones humanas que sobreviven a los siglos ¿por qué han de perecer los seres vivos? ¿Acaso hay que nacer sin alma para quedarse aquí?
Tampoco me consuela la idea de que te mantiene vivo el recuerdo. Sigue siendo algo limitado y muy desigual ya que ni todos tenemos la misma memoria, ni seremos recordados del mismo modo.
Tampoco es justo que unos vivamos más que otros ¿a cuento de qué? ¿quién y cómo hace la macabra selección?.
Ha de haber alguna razón, alguna explicación en alguna parte y, sin embargo, tántos años años venerando a los espíritus y no se animan a manifestarse, a compartir con nosotros, "los vivos", las respuestas.
Intento razonarlo y puedo justificar que algunos de ellos se hayan desmemoriado en el shock del trance, incluso que otros disfruten manteniendo la intriga. Pero no consigo entender por qué ninguno ha encontrado el camino de vuelta. No puede ser tán difícil. Si ese vial existe, sin duda yo lo encontraría.
Esta conclusión siempre me lleva a un estado de profunda tristeza, tán profunda que no te deja llorar.
Puedo sobrellevar la memoria de mis muertos imaginándolos perezosos, bromistas, despreocupados y hasta algo cabrones. Pero no soporto la idea de que no exista ningún camino que nos lleve a encontrarnos.
Perderlos ocasiona un dolor tan intenso que puede pararte el corazón y, sin duda, te inflama el cerebro. ¿Cómo se nos puede pedir que nos resignemos a que eso es "ley de vida"?. ¿De qué vida?

5:08 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

De las estrellas venimos,somos polvo cósmico y a ellas pertenecemos.Hay acaso lugar más hermoso para quedarse eternamente?

12:02 a. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

¿polvo cósmico?
No me tienta...
No necesito tánta "universalidad" ni su grandeza.
Quiero quedarme con los abrazos, los besos,las manos, los olores,...
Hay acaso una sensación más sublime que la de amar y que te correspondan?
Si crees que sí, intenta recordar cuánto tiempo ha pasado desde que no haces el amor.

5:03 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hoy he decidido que no quiero morir de viejo.
No quiero que la muerte me encuentre agarrado a un andador.

10:55 p. m.  

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