Arte
Etienne Faulert, escritor tan genial como desconocido, nos invita a una inauguración en la sala de arte de Gianna Sistu en la rue de la Université 29, Paris VII..
Fusco me obliga a aceptar la oferta.
Son las siete de la tarde. Paris se oscurece al tiempo que se ilumina.
Etienne nos presenta a Veronique Lafoult, pianista autodidacta y antigua consejera en algunas de sus ya olvidadas disputas conyugales.
Bella. Ojos verdes. Un afortunado vestido negro de manga corta enfunda su cuerpo. Bebe vino.
Curiosa sin disimulo me pregunta si estoy de paso.
- Si, si no me muero, en ese caso me vería obligado a quedarme algún tiempo.
Se ríe y yo sonrío. Fusco escucha.
-¿Es usted español?
- Si, eso creo.
- ¿No está seguro?
- ¿Podemos estarlo de algo?
- Cuando sufro no dudo.
- ¿Y cuando ama?
- No estoy segura de que haya amado.
- ¿Pero si de que ha sufrido?
- Sin duda.
Siento. Me gusta.
- ¿Puedo invitarla a un croissant?
- Son las siete y media. ¿Podríamos rellenarlo con tomate y foie?
- Y mojarlo en limonada, si se tercia.
- Me ha leído el pensamiento.
- Seguro que si supiera hacerlo podría prescindir de los libros para el resto de mi vida.
Y con la misma naturalidad con la que Fusco, sabedor de que pronto habrá merienda, comienza a salivar, yo me enamoro.
entrada de Mais a las
12:59 a. m.
14 comentarios:
A mi me ocurre igual. Siempre es inesperado y de repente.
Supongo que esa facilidad es de gran ayuda también a la hora de desenamorarse.
Ten cuidado vigía que te vas a dar un piñazo. Un amigo
Curiosa advertencia. ¿Por qué se va a dar un "piñazo"?. ¿Por enamorarse?. A ella también le gusta así que de momento todo va bien, ¿no?.
A mi me parece una historia con futuro: un escritor, hace las presentaciones entre una pianista y un fotógrafo en una glamurosa sala de arte, ante un perro que destaca como actor y bailarín. Comparten sentido del humor y afición por la nouvelle cuisine. Y por si fuera poco, todo esto ocurre además en París, la ciudad de las luces, las artes y el amor.
Habitualmente no creo en los flechazos pero en este caso me parece muy oportuno.
¿Por qué no iba a salir bien?.
Personalmente, me quedo con la frase de "Siento. Me gusta", la melodía de Mrs Jones y mis galletas recién caducadas. Tal vez debería volver a Paris pero antes tengo que hacer algo de compra.
¿Qué pasó luego?
Quen é pianista autodidacta? E quen se pode fiar de alguén que é conselleira en asuntos conxugais?
Cualquiera puede ser pianista autodidacta (Richter, Brendel, Lewis Porter, Arturo Annechino,...)siempre que tenga aptitudes, ganas o poco amor por el método y, fundamentalmente, un piano. Pero sin mayor mérito, creo yo, que el que quiera ser pintor autodidacta. Es la ventaja del arte: no necesita licencias ni licenciados.
En cuanto a la segunda pregunta, la confianza es incompatible con el enamoramiento, en mi opinión. En cuanto llega ya pasamos del "me enamoro" al "te amo" o bien al "ya no me atraes".
En todo caso, serían tal para cual. ¿O tú confiarías en alguien que lo cuestiona absolutamente todo y remata el diálogo con la adulación que lo hace él?.
Veronique debería de huir.
Pone en duda que sepa mojar el croisant en la limonada y se creerá la ilusión de estar enamorado, solo unos segundos!!
Ella sabe que él no dejará los libros por nada ni por nadie.. Sin duda huirá!
Conclusión1: al vigía le llaman la atención los ojos verdes.
Sólo nos habla del color de ojos de sus protagonistas cuando son verdes.
A lo que se puede añadir que tampoco le llaman la atención las feas (aunque él seguramente respondería a esto que no existen las mujeres feas).
Conclusión2: a los que mienten con gracia no les crece la nariz.
A mí me parece normal que le gusten los ojos verdes, le gusta mucho ese color y punto.
Sobre que no le llaman la atención las feas, también está en su derecho, y aunque yo creo que nunca las descarta globalmente, si buscas la belleza....
No creo que El Vigía diga nunca que "no existen las mujeres feas". Si le preguntásemos, creo que diría Pufff, por supuesto que hay mujeres feas, incluso feísimas.
Ah!,otra cosa, yo a veces miento con gracia y tengo la nariz muy grande.
Si me encontrase al Vigía algún día de estos(aquí ó en Francia, por qué no)creo que estaría de acuerdo con todo esto.
"¿Qué pasó luego?"
Cenaron, conversaron y el vigía retrasó su regreso a España hasta que recordó un compromiso ineludible con la AAAG:
17 de mayo, 21 horas, Festival de Cangas.
Inevitablemente se despidió enamorado y convencido de la necesidad de un pronto reencuentro.
Y hubiese vuelto sin duda de no ser por Audrey: la delicada y enigmática asistente que le asignaron nada más iniciarse el Festival.
Aunque... cuidado con los pensamientos jocosos, porque su belleza nada tuvo que ver. Simplemente, no se puede abandonar sin más a una frágil inmigrante a su suerte sin sentirse como un completo canalla.
Veronique, como experta consejera sentimental, no encontró para sí consejo. Alguna tarde regresa a Gianna Sistu y ha desarrollado una extraña adicción a los croissants rellenos de tomate y foie acompañados de limonada.
Ha perdido el apetito sexual y su marido ya no sabe qué intentar para animarla.
¡Cuántos expertos conocedores del vigía!
Ojalá que pronto la encuentre en la calle, frente al portal y le pregunte: "¿me quisiste?"
«Te vas a dar un piñazo. amigo...»
«la confianza incompatible con el enamoramiento,..»
«En todo caso, serían tal para cual...»
«..y se creerá la ilusión de estar enamorado, solo unos segundos..»
«... Sin duda huirá...» Uff
Él ha sentido que le gusta,... flechazo, enamoramiento o atración podemos darle muchos nombres en todo caso,todos prematuros, sobre todo para que sean tan derrotistas.
¡Ánimo Pirata ! Fusco ¿Te gustó a ti?, me refiero a la merienda.jajajaja
Fantasía.
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