jueves, marzo 27, 2008

Tú nunca pretendes hacer daño, pero lo haces




Camino. Camino con Fusco. Caminamos sin hablar. Solo pasos

Las pisadas provocan un sonido que se entrelaza con la brisa en trenzas agudas que se abrazan rodeando mi cabeza hasta llegar a los oídos.

La existencia reclama su obligado pago en cuota de entendimiento.

Y entender no supone aceptar y mucho menos acertar, pero que daría yo porque todo tuviese un final feliz

Miro a Fusco. Quizás la crueldad es el peaje de la verdadera amistad.

Y entonces me doy cuenta de que la ausencia de intención, siendo camuflaje suficiente para esconder la culpa, no basta para evitar el daño.

La brisa se crece en viento, inconsciente, y agita la rama del cerezo. La rama quiebra, cae y golpea la cabeza de la ardilla plateada. La ardilla muere.

Caminamos

19 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

La ardilla no muere.
Sólo sufrió una ligera conmoción en el hemisferio cerebral izquierdo. A partir de entonces, sí bien es cierto que tuvo alguna dificultad para mantenerse atenta en los cursos de formación continuada organizados por el sindicato de ardillas plateadas, de sus apuntes se extrajo la mejor colección de dibujos "made in boli bic" creados por un roedor.
Murió quinientos años después del encuentro con la rama de cerezo, de muerte natural y no hacía viento. Lucía el sol y estaba dibujando.

11:30 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

¿la crueldad es el peaje de la verdadera amistad?

12:33 a. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Todos hemos hecho daño alguna vez sin pretenderlo y todos hemos sido dañados también del mismo modo.
Entender, aceptar o acertar son acciones especialmente complejas en estos casos, tanto para quien sufre el daño como para el desafortunado que lo ocasiona. No existe una posición cómoda en esta situación.
Yo creo que en la verdadera amistad cabe todo eso. Cabe entender y no entender, aceptar y no hacerlo, acertar y equivocarse y, por supuesto, la crueldad.
A mi también me gustan los finales felices pero lo cierto es que mueren ardillas todos los días y de vez en cuando te encuentras algún cerezo apenado por ello.

11:05 a. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Desgarradora foto, historia dramática y música pendiente de calificativo.
Se admiten sugerencias.

5:43 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Qué pena y que cierto es, y aunque asusta leer esa frase de «¿la crueldad es el peaje de la verdadera amistad?». Es así...que fuerte.
Todos hemos sido victimas y culpables sin querer de est situación alguna vez.
Si transcendemos un poco, también se podía decir eso de «Quien te quiere te hará llorar».
Pero me quedaré con ese entender, aceptar y equivocarse. Pues definen situaciones de amor, no hacemos daño a quien no queremos, ni nos lesiona quien no nos quiere...es así...
Si no queremos la indiferencia es más elegante...
Si no nos aman el olvido es más socorrido...
Pero, que duro es sentir al amigo dolido...¡que duro!
Y más cuando pretendes no hacer daño....
Fantasía.

9:55 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Lo siento Fantasía, pero esta vez no estoy totalmente de acuerdo contigo. Podemos llorar por aquellos a los que queremos pero, un amigo, no te hace llorar porque te quiera. Si por un "viento imprevisto" te daña, se disculpa, te consuela y te acompaña aunque no te entienda. Claro que es muy incómodo acompañar a "ardillas conmocionadas" y hay muy poca gente con esta capacidad.

Ese dicho siempre me pareció muy duro, propio de educadores, padres o terapeutas y esa no es la función de un amigo, en mi opinión.

8:30 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Cierto. Por eso el amo camina con Fusco y Fusco con el amo.
No sé cuál es el herido pero no dejan de caminar juntos a pesar de la crueldad del silencio. Si no dejan de acompañarse, como apunta el último comentario que he leído, ya encontrarán el momento de recuperar el habla.
Si la amistad es verdadera no hay daños irreparables, sólo nudos en el estómago un poco más difíciles de digerir que de costumbre.
¿Quién no ha sentido alguna vez esa necesidad imperiosa de hablar con alguien y, al mismo tiempo, un ahogo estúpido que te impide hacerlo cada vez que lo intentas?.
Yo llevo fatal los silencios, así que espero que en breve, ladre el amo o hable el perro.

PD. A mi, en esta ocasión, la música es lo que más me ha gustado.

10:45 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

No estoy de acuerdo en eso de "quien bien te quiere te hará llorar". Ni mucho menos!
Creo en la amistad, al menos de la que disfruto, la amistad desinteresada, que si te hace llorar, pero con el amigo no por culpa del amigo.
Puede que en alguna ocasión te sientas ofendido o dañado, pero el aclararlo no debe llevar mas que el tiempo que necesitas para volver a verle.
También es cierto que a lo largo de la vida debes ir escogiendo.
Si es amigo de verdad, aclaras las diferencias y punto.
Es cierto que hay amigos de muchos tipos. Yo, que los tengo y tuve en diferentes latitudes, reconozco que son todos muy diferentes. Crueles nunca los tuve, lo que me satisface, aunque seguro que los hay. En mi opinión, los de verdad se cuentan si acaso con los dedos de la mano y .. esos.. no cobran peaje!
Curiosamente y hace muy poco pude disfrutar de lo maravilloso que es encontrar un nuevo amigo en los padres de mis amigos.
Eso! no hay quien lo pague.
Tal vez todo tenga que ver con las exigencias personales.

1:52 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

A ver si nos centramos un poquito...
la crueldad NO es el peaje de la amistad....por lo menos en lo que a entiendo por amistad...el cariño de los amigos.
La crueldad ES el peaje del DESAMOR...
Ahora repasad vuestras opiniones...

8:21 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

En vez de llegar la primavera con el amor ha llegado con el desamor

8:38 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Centrémonos pues...¿dónde carajo entiendes tú que esté hablando de amor o desamor?
Yo creo que ya son ganas de entender

11:20 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Estoy de acuerdo con todos, la verdadera amistad yo también pienso
que no te hace llorar, yo no me exprese mal, no. Expresé intencionadamente
lo sentido a veces cuando alguno que se dice muy amigo te hace sufrir.
Y como muy bien dices anónimo quizás es que hay que tener claro que es muy incómodo acompañar si una vez se conmociona a «ardi-
llas conmocionadas», y hay muy poca gente con esta capacidad.

Era una especie de «frase cinismo», perdonad.
Fantasía

2:45 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Qué complicado parece todo a veces y qué simple es casi siempre.

Hablar,reclamar, entender, aceptar, acertar, dar, mirar, pagar, amar, darse cuenta, esconder, evitar, dañar, ...

A mi me bastaría con entender.

12:28 a. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Acabo de escuchar "perder la esperanza en un final feliz es lo peor".

12:31 a. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

No sé si es lo peor, pero en este momento no se me ocurre nada más triste.

11:43 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Preciosa metáfora de la vida...
Vivimos, a veces vivimos con alguien, aunque no compartamos vivimos, sólo es el día a día. Pero en algún momento de esa existencia llena de pequeñas pisadas, necesitamos nuestra dosis de razón que nos ayude a seguir viviendo.Razonar no es entender, ni desear lo vivido ni siquiera lo que viene...es sencillamente asumir que en la vida se paga un precio y que en la mayor parte de los casos ese precio es sin derecho a reclamar...y es entonces cuando sin darnos cuenta la brisa se crece en viento y quiebra una parte de nuestra vida que mata algo de esa superficialidad plateada por los años.
La vida es como un gran cristal resquebrajado en el corazón que se sigue manteniendo, aunque ya nadie pueda repararlo...

11:34 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Me parece profundamente pesimista este último comentario. Esto sí me parece un "perder la esperanza en un final feliz".
Espero sinceramente que el escrito sólo sea fruto de un mal momento y no una creencia constante porque sería terrible desde mi punto de vista.
Comparto la afirmación de que razonar en absoluto es sinónimo de entender. Los mayores errores de mi vida han sido fruto de intensos razonamientos (aunque también algún acierto).
Salvando esa parte, no consigo asimilar lo de "asumir que en la vida se paga un precio y que en la mayor parte de los casos ese precio es sin derecho a reclamar...". Salvo frente a la muerte -que efectivamente desoye cualquier reclamación- ¿qué o quién va a impedirme que reclame si no estoy conforme?.
No creo en el sino. Pagamos peajes, es cierto, pero casi siempre consentidos. Incluso cuando no lo deseamos, no podemos excusarnos en que no lo hemos decidido. El que calla otorga y quien otorga decide que eso es lo que quiere.

Y, además, existen infinidad de talleres de reparación de vidrios. Sólo hay que buscarlos y dejar que hagan su trabajo. Todos disponen de hojas de reclamación.

10:56 p. m.  
Blogger olga ha dicho...

como se hace cuando sin querer causamos un daño irreparable, como es la muerte de alguien y ya no podemos retroceder la situacion,la pena me mata y la intranquilidad y la conciencia carcomen mas cada dia y ver sufri a otros x nuestra imprudencia, terminamos siendo los verdugos y nuestros propios carceleros,la vida pierde todo sentido, vivo x cobardia, q alguie me de al solucion x q hasta ahora no la se mi vida cada dia es un calvario.

1:53 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Escrito para Olga:

Estoy de acuerdo contigo en que cuando alguien de forma imprudente arrasa la vida de un ser querido deshace una parte de tu alma. En todas las direcciones posibles la pena se extiende sin dejar huecos y te aplasta. ¿Encontrar el sentido de la vida? Tampoco es algo que nos ocupe demasiado tiempo porque lo que nos obsesiona, precisamente en ese momento, es encontrar el sentido de la muerte. Y tienes razón, el daño efectivamente es irreparable pero no más terrible que el de cualquier muerte inesperada y, aunque a ti te afecte ver sufrir a otros por tu imprudencia, ten por seguro que nadie espera sacar alivio con tu castigo.
¿Vives por cobardía?. Pues como todos en algún momento de nuestra vida o ¿qué crees que se le pasa por la cabeza a quien pierde al que ama y no se atreve a reunirse con él?.
En una ocasión alguien se llevó un pedazo de mi vida de este modo y siempre he pensado en él como una víctima más de la mala suerte. Estoy segura que ese día no se levantó con la intención de provocar tanto daño y, a día de hoy, me gustaría que el sosiego que yo he sabido encontrar también le haya llegado a él.
No tengo solución para ofrecerte pero me gustaría hacerte llegar el “otro” punto de vista, que es muy cercano al tuyo, y recordarte que para que tu vida “deje de ser un calvario”, sólo tienes que empezar a desearlo tú, porque eres una parte más a recomponer dentro de una desgracia que no acabará hasta que todo el mundo vuelva a aprender a sentirse bien, a aceptar, a sonreír y a vivir por valentía.
No te conozco pero desearía poder abrazarte hasta que se evaporase toda esa tristeza del mismo modo que tú seguramente estás deseando hacerlo con aquellos a quienes has dañado.
Si me hubieses matado a mi, yo no querría llevarte conmigo ni mucho menos que te quedases con ese recuerdo toda tu vida porque el sentimiento de culpa es el más inútil que conozco, así que, por favor dedícale el tiempo justo.
Un abrazo.

1:08 a. m.  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio