lunes, enero 05, 2009

Anhelada confusión




No existe mejor lugar para pasar una noche de reyes que la casa que nuestro amigo Cosme heredó en Montaroux du Mont en la Cote d'Azur con vistas al lago Saint. Cassien.


Cocktail de bienvenida.

Entre martini y martini se acerca Adelaide, novía formal de Cosme, empaquetada en un vestido-cinta de color verde "traición ecologista" que remanta en el hombro izquierdo en un nudo cubierto por un inmenso broche que me recuerda a una medalla da Ordem Portugesa da Cruz e Espada. El hombro derecho se esconde tras su áurea melena. En el rostro dos destellos verdes anuncian paso franco al paraíso.

- Hola. ¿Viniste con Fusco?

Parece que la cosa empieza bien.

- Si. Está dando una vuelta por la plaza de la iglesia, para él en Francia sólo hay una cosa mejor que una mestiza; una mestiza francesa.

- Sabe como multiplicar sus posibilidades, no como otros - habla y me mira mientras marea la aceituna que se anestesia en su copa antes de ser guillotinada por sus afilados incisivos - Cosme y yo ya no estamos juntos.

Continuará.

3 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Parece que a ella la gusta fusco

11:11 a. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Promete... No nos hagas esperar mucho, vigía.

9:19 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Disfrutamos de tan pocas ventajas que mas vale aprovechar las que se nos ofrecen.
Ese "no como otros" suena a reto.
A ver con que nos sorprende el vigía en ésta ocasión.

6:24 p. m.  

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